No son pocos los casos en los que a los abogados nos vemos con “el agua al cuello” cuando nos notifican el auto de finalización de la fase de instrucción y, o bien hemos olvidado solicitar alguna diligencia, o bien han surgido nuevas pruebas que pueden decantar la balanza, nunca mejor dicho, a nuestro favor.
Tranquilidad, aún hay un pequeño recoveco en el procedimiento mediante el cual podemos salvar este escollo: se trata de las diligencias complementarias. En este artículo os explicamos de manera rápida en qué consisten y cómo solicitarlas.